El programa a interpretar bajo la batuta de Tobias Volkmann incluye fragmentos de obras de Mozart utilizados como banda sonora del filme. Podrá escucharse la Sinfonía n°29, Sinfonía Concertante para violín y viola, Serenata Gran Partita, obertura y arias de La Flauta Mágica, Don Giovanni y dos célebres números del Réquiem junto al Coro Universitario de Mendoza que dirige Silvana Vallesi.
El concierto será en la Nave Creativa, espacio semiabierto ubicado a metros de la Nave UNCUYO que se utiliza para diferentes actividades como workshops y talleres, presentaciones de bandas en vivo y ferias.
Al tratarse de un lugar de gran versatilidad, cuenta con un enorme potencial para realizar distintas acciones artístico-culturales. En esta oportunidad podrá disfrutarse por primera vez una nueva experiencia con este concierto, donde participará la Orquesta Sinfónica y el Coro Universitario de Mendoza, organismos artísticos dependientes de la Secretaría de Extensión de la Universidad Nacional de Cuyo.
El concierto será el viernes 22 de noviembre a las 21h en la Nave Creativa.
Además, invitamos a la comunidad a la proyección de la película de 1984 en el Cine Universidad los días jueves 21 y sábado 23 a las 20.30h en la Sala Azul con el fin de celebrar la vida y el legado de este célebre músico clásico.
Las entradas tienen un valor general de $7500 y de $7000 para comunidad UNCUYO (estudiantes, egresados/as, docentes, personal de apoyo) y jubilados/as. Las entradas se pueden adquirir en www.entradaweb.com.ar o personalmente en boletería de la Nave UNCUYO (Maza 250, Ciudad) de martes a sábado de 18 a 22h y domingo de 17 a 21h.
El ingreso estará habilitado 30 minutos antes del inicio de la función, se ruega puntualidad. Una vez comenzado el concierto no se permitirá el ingreso de público en la sala.
AMADEUS 40
Nave Creativa– viernes 22 de noviembre (21:00h)
Director: TOBIAS VOLKMANN
Programa:
Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
- Sinfonía nº25 en sol menor, K.183: I. Allegro con brio
- Sinfonía Concertante en mi bemol mayor, K.364: I. Allegro maestoso /Igor Lara, violín - José Ernesto Guevara, viola
- Sinfonía nº 29 en La mayor, K.201: I. Allegro Moderato
- Serenata nº 10, Gran Partita - III. Adagio-Andante
- La flauta Mágica, K.620: Obertura y arias para / Milagros García, soprano
- Don Giovanni, K.527: Finale / Fernando Lazari, barítono (Don Giovanni), Marcelo Da Cortá, bajo-barítono (Comendattore) y Rubén Caparotta, bajo-barítono (Leporello)
- Réquiem en ré menor, K.626: Confutatis (2’30) y Lacrimosa (3’20) / CORO UNIVERSITARIO DE MENDOZA
Sobre “Amadeus”
1984 fue un gran año para el cine: nacieron algunos íconos de la cultura pop que marcaron las décadas siguientes: “Terminator”, “Karate Kid” y “Pesadilla”. Sin embargo, la obra que se quedó con el Oscar y que se ganó el respeto de público y crítica no tuvo que ver con robots, karatecas o asesinos seriales, sino con una rivalidad entre músicos. “Amadeus” de Milos Forman fue tal vez la mejor cinta de su década en el rubro de los filmes condecorados en la principal categoría por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas.
Adaptación de la obra teatral de Peter Schaffer (quien también adaptó el guión para el cine), Amadeus es una obra perfecta y plagada de momentos fascinantes en los que el séptimo arte contrae una fiel e íntima relación con la banda sonora y el aspecto musical en general, en su mayoría obra del mismo Wolfgang Amadeus Mozart.
Como toda gran pieza, Amadeus no estuvo absenta de la polémica causando conmoción entre algunos puristas, esto debido a la proyección de un ficticio, inmaduro, vicioso y con una pose de niño malcriado Mozart. Filme dramático, de suspenso, divertido y entrañable que escapa de los estándares de Hollywood establecidos en decenas de biopics al calificarse como “políticamente incorrecto”. En definitiva, al elegir mostrar a Mozart como un genio incomprendido, irreverente y a veces pueril, Forman (como antes Shaffer) se animó a romper con las representaciones más formales de los grandes compositores, otorgándole a la figura histórica una dimensión humana, casi contemporánea. Es esa atemporalidad la que abre a la fascinación de nuevas generaciones y hace que “Amadeus” se mantenga como una obra maestra que, lejos de envejecer, se ganó un lugar indiscutible en el panteón de los grandes clásicos del cine.