Ciclo “TEATRO Y MUSICA”
Programa IV: Nave Universitaria – viernes 15 de setiembre (21.30)
Director: Rodolfo Saglimbeni
Beethoven (1770-1827): Concierto nº1 op.15 en Do mayor para piano y orquesta
Solista: ARMANDS ABOLS, piano (Letonia)
Mendelssohn (1809-1847): Música Incidental sobre ¨Sueño de una Noche de Verano¨ de Shakespeare
CORO DE CÁMARA UNCUYO (Director: Fernando Ballesteros)
CORO DE NIÑOS Y JOVENES UNCUYO (Directora: Ángela Burgoa)
Las entradas estarán en venta en boletería de la Nave Universitaria en horario de 10.00-14.00 y 17.30-20.00. Entradas: $140 (general) y $100 (estudiantes y jubilados).
Armands Abols
Armands Abols nació en Riga, Letonia. Estudió en la academia de Música de su país y realizó un curso de posgrado en el Instituto de Música de Cleveland (EE.UU.) con Sergei Babayan. Obtuvo el primer premio y medalla de oro en el concurso “María Canals” de Barcelona. También ganó el premio “Claudio Arrau” y fue galardonado en el “Luis Sigall” en Viña del Mar. Fue finalista del certamen “Paloma O’Shea” en Santander y mejor intérprete de Chopin en Andorra.
Actuó como solista junto a la Royal Philarmonic Orchestra, Gulbenkian Chamber Orchestra, Orquesta de la Ciudad de Barcelona, Orquesta Sinfónica Nacional de Letonia y Filarmónica de Bogotá. Desde el 2003 es docente de la cátedra de Piano del Conservatorio de Música de Universidad Austral de Chile.
El Sueño de una Noche de Verano – William Shakespeare
Esta comedia es uno de los grandes clásicos del teatro (1595). Se desarrolla en Atenas y tiene cinco actos.
Basándose en libros y leyendas antiguas, como solía hacer, Shakespeare enlaza varias historias que se producen simultáneamente sobre un fondo nocturno de hadas y duendes. El mundo clásico de amores y desamores (dos parejas: Hermia, Demetrio, Helena y Lisandro), se funde con el popular y humorístico (una compañía de cómicos artesanos que ensaya una funciónteatral) y el mágico de duendes y hadas (Titania, Oberón y Puck).
Y todo se desarrolla con una agilidad y ligereza extraordinarias hasta llegar a un final feliz. Por supuesto, no puede faltar el enredo, las supersticiones, las situaciones absurdas, las escenas de amor… todo envuelto en un ambiente mágico y colorista que pareciera salido de un cuadro surrealista. Podríamos decir que, en una noche de ensueño, pasa el mundo entero pasa por la escena en tiempo real.
Tanta importancia tiene esta comedia, que ha sido servida en formato de música sinfónica (F. Mendelssohn), ópera (B. Britten), y en innumerables ballets, obras pictóricas y cinematográficas (I. Bergman, W. Allen…)
Mendelssohn intentó extraer parte de la sustancia de la comedia de Shakespeare y la traspasó al lenguaje musical. De este modo, ese mundo onírico y fantasmal de la obra quedó más que nunca potenciada, incluso elevado a la categoría de “obra total”.